1. Nunca irte a dormir sin lavar tu rostro
Lavar bien tu rostro antes de acostarte es fundamental para que se vea reluciente. En primer lugar, para quitar todo el maquillaje que hayas usado. Pero también para quitarte de encima la suciedad que has acumulado en el día. Lavarte el rostro antes de dormir hará que la piel esté despejada toda la noche y que te levantes luciendo mucho más fresca.
2. Mantener una buena hidratación
Una buena hidratación es fundamental para tu salud y particularmente para tu piel. Tomar suficiente agua permite que la piel se mantenga tersa y elástica a la vez, haciendo que luzca súper joven.
3. Conocer tu tipo de piel y actuar en consecuencia
Usar productos para la piel ayuda mucho a que luzca increíble, pero… ¡No cualquier producto! Lo importante es usar aquellos que vayan perfecto con tu tipo de piel. Para ello, debes conocerla, saber si es seca o grasa, y analizar muy bien cómo responde a ciertos tratamientos antes de seguir adelante con ellos.
4. Tener una rutina
Si quieres ver buenos resultados, en tu piel o en cualquier tipo de cuidado, la clave es tener constancia. Si pruebas un producto hoy, y mañana lo dejas de usar, y pasado lo cambias por uno nuevo… Entonces no conseguirás mucho. Necesitas armar una rutina y comenzar a seguirla. Si la mantienes durante un par de semanas, notarás cambios enseguida.
5. Cambiar la funda de la almohada
Esto puede parecerte un consejo extraño, pero es súper importante. Pues aunque no lo creas, la funda de almohada junta muchas bacterias, suciedad y residuos de productos que usamos en el cabello.
En muchos casos, los brotes de acné, por ejemplo, son causados por una funda que tiene muchos días en la almohada. Así que la recomendación es cambiarla cada tres días y lavarla con productos neutros.
6. Llevar una alimentación saludable
No imaginas el peso que tiene la alimentación en el aspecto de tu piel. La comida chatarra, el exceso de grasas no saludables y la falta de fibras y proteínas pueden hacer que tu cutis luzca envejecido y dañado. Por eso, llevar una alimentación equilibrada es la mejor opción para tu salud y también para tu aspecto.
7. Usar mascarillas una vez a la semana
Usar una mascarilla una vez por semana es una manera perfecta de hacer un tratamiento intensivo. Si eres de las que tienen poco tiempo en la semana, hacerte un espacio en tu día libre para ponerte una mascarilla te ayudará a limpiar el rostro, humectarlo, y nutrirlo.
8. Exfoliar el rostro una o dos veces a la semana
Esto ayuda a que todos los otros tratamientos funcionen mejor, pues la exfoliación deja tu piel más receptiva. Además, es la manera de eliminar las células muertas que se acumulan en el rostro y que le dan aspecto sucio y cansado.
9. Hacer ejercicio
Hacer ejercicio mejora tu circulación, te hace sudar y disminuye tus niveles de estrés. Las tres cosas parecen no tener demasiado que ver entre sí, pero en realidad todo tiene que ver con que te sientas y te veas mejor. Además, todo eso hace que tu piel esté rejuvenecida y espléndida. ¡Y vale todo! Desde ir a bailar hasta hacer crossfit, cualquier actividad física ayuda a la belleza de tu piel.
Fuente: Bioguía